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Hace pocos días volvimos a vestir el alma de azul y blanco, y los corazones con cintas amarillas, para realizar un nuevo afterwork de LAZOS. Esta vez, en el delicioso Pita Bar Israelí DosManos, de nuestro querido miembro Eyal.

Entre conversaciones profundas, diálogos divertidos, nostalgia, risas, cuestionamientos sobre el presente y el futuro, y una comida que no podría haber estado mejor (¡Gracias, Eyal!); cerramos una noche íntima, especial, linda y muy agradable.

Es siempre hermoso encontrarnos. Es siempre poderoso reunirnos. Es siempre sorprendente ver qué es lo que surge en estos espacios. Por eso, seguiremos construyendo marcos de pertenencia que sean significativos para vosotros… Es una promesa.

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